Formada por un grupo plural de miembros elegidos por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, la comisión inició su andadura en 2017. No es un órgano de representación, sino vehículo de activación y contagio de la comunión a través de personas de muy diversas sensibilidades eclesiales, pero movidas por un mismo anhelo y celo carismático: «Servir para Unir».
La Mesa por la Comunión es un instrumento para fomentar la comunión y manifestar la riqueza de dones y carismas que el Espíritu suscita en la Iglesia particular de Madrid. Su papel es favorecer que la comunión impregne y penetre todas las coyunturas, puertas, ventanas, realidades y estructuras diocesanas y hacerlo desde sensibilidades diferentes para visibilizar todos juntos («entre todos, con todos y para todos»), la belleza de lo que nos une como Iglesia, desde la belleza distinta que veo en el otro.
La Comisión Diocesana por la Comunión Eclesial intenta humildemente cultivar y recomponer los espacios de comunión a todos los niveles en el entramado de la vida diocesana: «Los espacios de comunión han de ser cultivados y ampliados día a día, a todos los niveles, en el entramado de la vida de cada Iglesia” (Novo millennio ineunte, 45); priorizar y promover «la espiritualidad de la comunión y la participación»; y explorar cómo responder a ese gran desafío, al que nos retó Juan Pablo II en su carta Novo millennio ineunte y que ha asumido también el Papa Francisco, de hacer «de la Iglesia la casa y escuela de la comunión y la participación». Y así, impregnar de alma y vida a todas las estructuras y realidades diocesanas, trascendiendo y superando con misericordia todas las posibles máscaras de comunión.
La comisión quiere ser un pequeño cauce de comunión participativa, abierta, dinámica, creativa y reconciliadora, que vaya tejiendo redes invisibles y puentes transitables para todos, al mismo tiempo que vaya despertando a una nueva conciencia, la conciencia del «todos uno».
Esta es una iniciativa única y singular, no existe un espacio parecido en ninguna diócesis española. La espiritualidad de la comunión en la práctica no es una urgencia y prioridad hoy en la Iglesia. La falta de comunión neutraliza los frutos de la misión eclesial y produce indiferencia, ateísmo y lejanía en sus destinatarios. ¿Cómo van a creer si no estamos unidos? De ahí su urgente y enorme trascendencia.
«Debemos pedir perdón, por el escándalo de la división». «A mí me gusta cuando veo al Señor siervo, que sirve, me gusta pedirle que Él sea el siervo de la unidad, que nos ayude a caminar juntos»
(Homilía del Papa Francisco a la comunidad Luterana de Roma, 14 de noviembre de 2015)
«La Iglesia nunca sería creíble sin asumir la comunión. Se trata de ver la belleza del otro. La Iglesia, como Cristo, es misión y comunión. Solo hay misión si existe comunión, y comunión si hay misión»
(Palabras del arzobispo de Madrid en la reunión constituyente de la comisión por la comunión , el 25 de octubre de 2017)
Actividades del curso 2020-2021
A causa de la pandemia, los encuentros mantenidos fueron casi todos virtuales, aunque se celebraron algunos presenciales como:
► Celebración del II Domingo Diocesano por la Comunión, el 3 de octubre de 2021.
► En colaboración con la Delegación Episcopal de Jóvenes, y en el contexto de la preparación de este II Domingo por la Comunión, se preparó una oración joven con la cruz de la JMJ. Fue el viernes 1 de octubre de 2021, en la explanada de la catedral, ante más de 1.000 jóvenes. También hubo esa tarde un concierto y una vigilia orante.
► Preparación de un curso online sobre Comunión y Sinodalidad para la Escuela Diocesana de Evangelizadores.
► Reuniones con equipos de las delegaciones episcopales y secretariados diocesanos:
- Con la Delegación Episcopal de Misiones (Manuel Cuervo y equipo), el 15 de diciembre de 2020.
- Con la Vicaría de Vida Consagrada (Elías Royón), el 17 de diciembre de 2020.
► Reuniones de la propia Comisión Diocesana por la Comunión Eclesial: diez encuentros, entre ellos el del 26 de abril de 2021, una una jornada evaluación e impulso acompañados por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro.