1.- Presentación

El SARCU es un servicio que forma parte del Secretariado de Pastoral del Tráfico, por la relación que mantiene con la Guardia Civil, Policía Municipal, SAMUR y otros servicios de urgencia, integrado en la Vicaría de Pastoral Social e Innovación de la diócesis de Madrid.

Este “Servicio de Asistencia Religiosa Católica de Urgencia” puesto en marcha para atender exclusivamente situaciones urgentes es un auxilio proporcionado por una red de sacerdotes disponibles para ayudar a toda persona que necesite un presbítero desde las 22:00 horas hasta las 7:00 de la mañana, todos los días del año.

El sacerdote que está de guardia atiende casos urgentes y graves que demanden asistencia presbiteral: moribundos, situaciones de peligro físico vital o psicológico, grandes accidentes o catástrofes, violaciones de derechos humanos que requieren una actuación rápida… Y situaciones muy graves de dolor, angustia, dificultad, etc., en las que la persona requiere ser escuchada y acompañada, y no puede esperar a los medios normales y profesionales que existen de día.

El SARCU también está preparado para, en caso de una urgencia masiva, activar a todos los sacerdotes colaboradores, a cualquier hora del día o de la noche.

2.- Objetivo

El objetivo del SARCU es ser en la noche una puerta abierta de la Iglesia de Madrid para que, a través del teléfono, quien se encuentre en una situación urgente que no puede esperar a que sea de día, alcance, si quiere, ser atendido por un sacerdote de la archidiócesis.

Su Plan de Acción para 2023, igual que en los años anteriores, es el de estar muy atentos al tipo de llamadas que se recibe para, desde ellas, poder ofrecer recursos materiales y apoyo fraternal a los presbíteros colaboradores, cuya atención es tan prioritaria en el SARCU como la mejor atención posible como sacerdotes a quien llama.

3.- Funcionamiento

Como se ha indicado, el SARCU es un servicio que se presta en horario de noche, y siempre para atender situaciones urgentes.

A través del número de teléfono, el 913 717 717, aquellas personas que requieran asistencia religiosa católica de urgencia, desde las 22:00 horas hasta las 7:00 de la mañana, los 365 días del año, podrán ser atendidos por un sacerdote.

Los presbíteros colaboradores del SARCU (seculares y regulares) se inscriben voluntariamente en el mismo: comunican su intención a la dirección -un diácono permanente- y coordinación -un sacerdote- del SARCU. Se les explica cómo se funciona, y se les entrega un Prontuario muy completo, tanto teórico como práctico. Se les entrega un carnet y un cartel para el coche, tanto por si tuvieran que justificar su presencia en cuanto sacerdotes en ejercicio del SARCU como por si han de dejar el coche en algún lugar que pueda molestar. Y todo se pone en marcha.

La llamada de quien precisa ayuda siempre es atendida por un sacerdote, a quien se puede explicar la situación. Una vez conocido el caso concreto, si es necesario, el mismo presbítero tratará de canalizar la respuesta adecuada para intervenir. Incluso se personará para acompañar pastoral y evangélicamente, si el caso así lo requiere. 

Tras el servicio nocturno, y si la situación lo requiriese, el sacerdote y el SARCU pueden intervenir de día para completar la ayuda ofrecida de noche.

Siempre que se puede, cada sacerdote cuenta con un/a “acompañante” elegido por él mismo, perteneciente a su comunidad o a los grupos que dirige. Además de una ayuda práctica en la salida que pueda tener que realizar para acompañar el fin de una vida, ayudan a visibilizar que la celebración que se realiza es de la Iglesia. Generalmente, son laicos/as, aunque también hay religiosas.

El SARCU cuenta con un sistema de activación rápida: en cualquier momento del día o de la noche, todos los sacerdotes pueden recibir rápidamente un mensaje pidiéndoles que acudan a un lugar donde haya sucedido una catástrofe masiva.

4.- Organización

La organización es muy sencilla, y corre a cargo del director y coordinador del SARCU:

  • Cada 3 meses se elabora un calendario de «guardias» para todos los sacerdotes colaboradores. Si alguien no puede hacer una guardia, lo comunica y se le busca un sustituto.
  • Cada noche, a las 22:00, el móvil con el teléfono del SARCU se deriva al número de teléfono del sacerdote que tiene esa guardia, con el fin de que quien llama siempre vea en su móvil el teléfono del SARCU, nunca el del cura. Y, a las 7:00 horas del día siguiente, se quita esa derivación.
  • El sacerdote colaborador prepara los óleos y el viático por si fueran necesarios, repasa un documento con recursos de diversa índole que se pueden sugerir a quien llama en unas u otras situaciones y, en principio, se va a la cama, ya que no tiene por qué quedarse velando: el timbre del teléfono le avisa si alguien llama en la noche.
  • En los días siguientes, el sacerdote envía un sencillo informe de su guardia, sin quebrar ninguna privacidad: el fin es que la dirección y coordinación del SARCU puedan tener una visión global de las necesidades que se plantean, los recursos que se pueden ofrecer a los sacerdotes, etc.

Pensado como un servicio para Madrid, la realidad hace que haya llamadas desde toda España, y algunas desde el extranjero.

5.- Acciones realizadas

En 2023, el SARCU empezó con 28 sacerdotes colaboradores. En el mes de junio llegó a 25, debido a que hubo 3 bajas por enfermedad. Y acabó el año con 28: 4 incorporaciones, y una baja por cambio de diócesis de uno de los sacerdotes colaboradores.

En dicho periodo de tiempo se realizaron las siguientes acciones:

  • Desde dirección y coordinación:
  • Organización de la asignación de guardias
  • Atención a los informes, tanto para valorar y desarrollar lo hecho por el cura como para ver si se requiere alguna intervención de día
  • Atención a las posibles bajas y, por supuesto, a las posibles altas, para acompañar especialmente las primeras noches de «rodaje»
  • Atención a las demandas de prensa, tanto escrita como audiovisual y digital
  • Mantener la «publicidad» y convocatoria de sacerdotes en los espacios diocesanos en los que se ha participado por la razón que fuera
  • Cuidar la felicitación de Navidad y la de Pascua a todos los sacerdotes, así como la felicitación por el patrón «oficioso» del SARCU: San Nicodemo
  • A diferencia de otros años, no se han ofrecido Jornadas de Formación sobre temas específicos. No se vio conveniente de cara a subrayar un sondeo-encuesta que se iba a hacer entre los sacerdotes colaboradores y que, finalmente, quedó para el 2024.
  • Desde los sacerdotes colaboradores
  • Atención las 365 noches del año, de 22:00 a 7:00 horas, y envío posterior de un informe técnico
  • En 2023 se han atendido 986 llamadas (quizá más, porque, a veces, el sacerdote olvida enviar el informe) y, en ellas, a 964 personas. 
  • Se ha acudido a 2 domicilios y a 4 hospitales privados a celebrar la Unción. También se ha acudido a 2 casas ante un fallecimiento recentísimo. Y 2 veces el sacerdote consideró conveniente ir a ver físicamente a la persona que llamaba.
  • En todas las llamadas en las que había oportunidad (prácticamente en todas), el sacerdote invitaba a consultar los problemas que se le estaban contando con un profesional adecuado y, en cualquier caso, a que si se era cristiano se fuera a la propia parroquia.
  • Nunca se pregunta por la religión o creencias o confesión del llamante, claro. Pero 2 llamadas expresaron por su cuenta ser musulmanes, en 1 ser presbiteriano y en otra ser ortodoxo rumano.
  • No siempre se incluye en el diálogo el averiguar desde dónde se llama. Pero está claro que, aproximadamente, la mitad de las llamadas son desde fuera de Madrid (un buen número desde Barcelona). En el año 2023 ha habido 2 llamadas desde otros países de Europa, 4 desde América Central y Sudamérica y 3 desde Norteamérica.
  • Por respeto a la privacidad general de los llamantes, no se ofrecen datos del tipo de llamadas y demandas que expresan quienes llaman. Muy globalmente, puede decirse que la mayoría, no todas, pueden encuadrarse en alguno o varios de estos temas: petición de sacramentos, situaciones muy graves de angustia y dolor, soledad muy marcada, enfermedad, problemas de conciencia, preguntas relacionadas con prácticas mágicas, desesperación (a veces, ciertas ideaciones suicidas) y otros no relacionados con el SARCU o que pueden tratarse sin problema de día. De todas las llamadas del año, sólo 4 eran de broma.

El 29 de diciembre, el cardenal envió una carta a todos los sacerdotes de la archidiócesis, instándoles y alentándoles a inscribirse en el SARCU.